Vicki Sipolitakii a bordo.
Los argentinos solemos hablar con ironía, reírnos de nosotros mismos (Los psicólogos dicen que eso está bien. Y yo así lo creo)
Pero el humor tiene un límite. Si no, prueben bromear durante algún tiempo con alguien que tiene una nariz grande por ejemplo. Verán como con el paso de los minutos las bromas comienzan a doler y a molestar.
Esta introducción viene a que hoy no me río del episodio de Vicki Sipolitakii y los dos pilotos de Aerolíneas.
De esto no me río.
Por alguna razón siento que fue una cosa armada. Y por eso me río menos. Menos que menos.
Si fuera así, voy más lejos y pienso ¡Que persona mala es a la que se le ocurrió semejante idea para desprestigiar a una gestión! Además, que irrespetuosa de la vida, que fría. Que NO PERSONA.
De cualquier manera es un acto de irresponsabilidad imperdonable de parte de los pilotos y de la misma chica, pero de ella no se espera que responda por la vida de las PERSONAS que van a bordo.
La cosa es que hoy, sea cual sea la causa de esta barbaridad, no me río.
Supongamos que esto no tiene una trastienda política.
Supongamos que solo fue que los dos pilotos se dejaron cautivar por la frivolidad.
Supongamos que esta chica idiota pensó que estábamos en los 90. Igual NO ME RIO
Y tampoco me río del titular del diario LA Nación cuando dice el 25 pasado "Aerolíneas Argentinas no dio a conocer aún los nombres de los dos pilotos..."
¿Porqué no me río? Porque es mentira. Los nombres de los pilotos fue lo primero que se supo y la sanción también.
Y pienso: ¿no es raro que al primer medio que llegue este video es a canal 13 (grupo Clarín)?.
¿Quién se rie de esto?